No puedo tener hijos, entonces tendré un perro
En más de una ocasión hemos hablado sobre este tema en nuestra comunidad de Youtube. Es necesario ¡y mucho! porque ésta es una realidad que se vive en muchos hogares actualmente. En ocasiones la pareja en cuestión no puede tener hijos propios o adoptados y decide tener un perro, incluso varios, para suplir este vacío. En otras ocasiones, no quieren tener hijos bien por decisión propia, algo que respeto profundamente, o bien por presión social.
¿Por presión social? ¡Así es! Como lo leen…
El caso es que sea cual sea el motivo, un gran porcentaje de parejas opta por tener perros como una alternativa a tener hijos.
Lamento volver a decirles, como tantas veces lo he hecho en estos años, que este tipo de decisiones rara vez suele salir bien y tanto la pareja como el perro (o perros) acaban sufriendo las consecuencias.
En ese artículo no seré yo quien les hable de este tema. Quiero compartir con ustedes el testimonio que me ha hecho llegar una seguidora de nuestro canal en el que ha querido contar su historia y hacerlo público para concienciar a las personas y evitar, en la medida de lo posible, que otros cometan estos grandes errores.
Si gustan dejar un comentario estaré encantado de leer su opinión.
Les dejo con el testimonio de Ana.
Un abrazo muy fuerte.
Mi nombre es Ana, soy costarricense y mi esposo es francés, así que la historia inicia en Costa Rica y actualmente continúa en Francia.
¡¡¡Agradezco tu tiempo!!!
Permíteme por favor, contarte esta historia que aún no tiene final y necesito urgentemente difundir este mensaje para lograr concienciar a humanos tan malos como yo que aún no saben que van a causar daño a los perros y a ellos mismos.
Todo empezó con la realización de varios estudios médicos donde nos diagnosticaron que no podíamos tener hijos de manera natural en mi caso, y peor aún, que mi esposo no tiene espermatozoides. Ambos caímos en depresión y en vez de buscar ayuda para manejar dicho caso ¿qué crees que hicimos? Compramos un perro
Al cabo de 9 meses el pobre perro estaba malcriadísimo porque lo traté siempre como un bebé y niño. No podía quedarse solo y yo inicie a trabajar. Después de ese tiempo, nos enfrentamos a muchos problemas y lo dimos en adopción a una amiga. Pasó un año y oooootra vez a petición de mi esposo, como un niño que llora por un caramelo al ver una perra de unos 2 meses en la calle:
– «¡Por favor quiero llevarla a casa!»
A regañadientes, acepté.
A los 6 meses no aguantaba a la perra, porque otra vez la mala crianza y otra vez yo no tenía trabajo y era la niñera de la perra. Muchas discusiones entre nosotros al punto que varias veces le pedí a mi esposo que como él trabajaba todo el día y no se encargaba de ella tenía que regalarla. Él no quiso ceder.
3 meses más tarde apareció una perrita mixta pero de raza pequeña. Ésta tenía unos 4 meses y al parecer la habían abandonado y deambulaba por el vecindario. Yo pensé que le haría bien a la que ya teníamos, tener compañía y a este tiempo yo volvía a trabajar, así ella no estaría sola en casa.
¡Ok! ya teníamos 2 perros.
Llegó la pandemia y antes de eso nos habíamos mudado de lugar. Ahí apareció un perro casi muriendo de hambre. Eran esos días en los que no se podía salir mucho y había toque de queda, pero sí podíamos hacer ejercicio en los parques y pasear perros respetando distancias.
Este perro, un macho de unos 8 meses, lo salvamos de morir de hambre, lo llevamos a casa, comida y veterinario para control hasta que le encontráramos un hogar. Sin embargo yo estaba muy sensible, como mucha gente por lo que estaba pasando y decidí quedarme el perro. Ya tenía 3 hijos, como decía.
Pasó el tiempo, nos mudamos otra vez, la pandemia nos hizo reiniciar laboralmente y mucho más. En esta última casa no podíamos salir a pasear a los perros, tiempo, espacio, trabajo etc. Tenía un patio y ahí pasaban todo su día. Ladraban todo el tiempo y ahora sé que eso era por el muchísimo estrés que tenían.
A las dos primeras perras ya las habíamos castrado pero al macho no, entonces llegó el tiempo de la campaña de castración y lo llevamos junto con otra perra sin dueño que vivía en las calles del residencial. Cada vecino le daba comida pero quedaba preñada y era un problema con todos los perritos así que decidimos llevarla y la dejamos en casa hasta que se recuperara. Al estar ya bien ella no quería salir de nuestra casa de modo que la dejamos ¡y ya teníamos 4 hijos!
Viaje a Francia
Viajando con 4 perros
Pasaron 2 años y decidimos mudarnos a Francia de donde es mi esposo, con 4 hijos.
Empezar a investigar como es el proceso de viajar con perros que nunca han viajado y todo ese rollo… Con 4 perros era muy difícil, así que tomamos la decisión de regalar a la última perra que adoptamos porque al pasar un año con nosotros, empecé a notar que ella arañaba la puerta de su habitación (la habitación que ellos tenían). Quería salir, ladraba mucho y la retuvimos en contra de su voluntad. Con el viaje la reubicamos con una persona que quería un perro.
Según todo lo investigado, era muy costoso traerlos, pero eran nuestros hijos y no se podían abandonar. A todo esto iniciamos el primer paso que era hacer una certificación antirrábica que debía realizarse 3 meses antes del viaje.
Llegó diciembre de 2022 y mi esposo debía venir a Francia primero porque al llevar 15 años viviendo en Costa Rica y no tener residencia en su país, debía preparar todo para poder recibirme con los perros, tener trabajo, casa etc.
Se presenta el primer problema y es que al rentar alojamiento nos encontramos con que en la mayoría de los anuncios especificaba que no se aceptaban perros. Mi esposo comenzó a investigar y le aconsejaron rentar primero la vivienda asegurando que no tenía perros y pasado un mes, llevar los perros a casa. Una vez alquilado, ya no nos podrían sacar de la vivienda. Yo me preocupé mucho porque no estaba segura si valía la pena viajar con los perros para que luego no pudiéramos tenerlos con nosotros.
Hubo discusiones, al punto que pensé en dejarlos en Costa Rica como habíamos hecho con la otra perra.
Yo conocía gente que podía quedarse con ellos mientras nos ubicamos aquí, en la nueva vida. Se lo sugerí a mi esposo y me dijo:
– «¡Mejor te quedas tú y no los perros!»
A todo esto, yo no había salido en mi vida de mi país. Tengo 40 años, sin hijos y pensé:
-«Bueno, son mis hijos. No hay de otra.»
Mi esposo ya había resuelto con un amigo que éste le podía ayudar con los 2 perros grandes quedándose con ellos al llegar nosotros a Francia, hasta que pudiéramos tenerlos, puesto que aquí hasta que no tienes un contrato de trabajo de tiempo indeterminado no se puede rentar alojamiento por más de 3 meses. Sin olvidar además, el riesgo de que no se aceptaban perros. Por esta razón, yo no podría llegar a casa con los perros y en 3 meses tener que mudarnos de nuevo. Con respecto a la posibilidad de que, al no aceptar perro, nos tuviéramos que separar de ellos, mi esposo resolvió diciendo:
-Si cuando llegues aquí no lo podemos tener, lo reubicamos en un refugio o con alguien que los pueda tener.
Yo llegué a Francia el 26 de febrero 2023. La perra pequeña si la podríamos tener porque no era problema. En realidad, todo el mundo aquí tiene perros, el 90% pequeños, porque a éstos es más fácil tenerlos en apartamentos y apenas hay quejas.
El gran problema
Dónde dejamos a los 2 perros grandes no era como yo pensé. Imaginé que sería un gran espacio. Era un lugar pequeño y ellos estaría encerrados pasando frío porque llegamos cuando aún era invierno. Ellos eran perros de clima tropical. Me sentía mal por ellos, no era la misma vida de antes. Para mí resultó muy difícil, un país desconocido, gente muy seria, cosas a las que no estaba acostumbrada. Aún no podía trabajar porque sin el permiso laboral no se puede y éste tarda un tiempo… encerrada en casa… ¡me deprimí!
Pasaron 2 meses y recontratamos la casa por 3 meses más. A este punto, la persona que tenía los perros grandes nos dijo que no los podía tener más porque se le comieron una gallina que se salió de su espacio. Los fuimos a buscar. Estaban a 4 horas de donde vivimos, todo un día para traerlos. Los encontramos flacos, muy sucios y rebeldes. Yo me sentía la peor madre.
Mis perros estaban flacos, muy sucios y rebeldes. Me sentía la peor madre
de mal en peor
Al día siguiente de estar en casa, inició el calvario.
Ellos no quería que la pequeña se les acercara, la evitaban. Pasearon por la mañana pero en la tarde lo haría yo sola y fue un desastre. Tiraban muy fuerte, querían salir corriendo y casi me arrastran. ¡Frustrante el paseo!
El día siguiente peor aún. La hembra grande se me soltó por irle encima a un perro pequeño. Se fue a la calle (solemos pasear en un camino junto a un lago pero queda cerca de la calle) y casi sucede una tragedia. Afortunadamente no venía ningún vehículo en ese momento. Yo estaba hecha un mar de nervios. Como pude la agarré y me devolví a casa molesta, frustrada, y después, al llegar, tuve una acalorada discusión con mi esposo. Finalmente, acordamos que él los llevaría de paseo, pero mi esposo se va de casa a las 9h y regresa a casa a las 23h. Me sentía una horrible persona por no poder pasearlos y que tuvieran que esperar tanto tiempo para salir.
Saqué a la pequeña y los otros dos hicieron mucho ruido, aullando y ladrando y eso que sólo tardé 10 minutos fuera. Casi llega la policía porque los vecinos ya iban a actuar.
Me derrumbé. No comí en 3 días, no tenían ganas de nada, sólo tomaba agua y café cuando sentía que ya me iba al otro barrio.
4EverDogs
No sabía qué hacer y encontré tu canal en youTube
Miré unos 15 videos en un solo día y puse en práctica el video del paseo para que no tiren. Esto lo practiqué de la sala al balcón por 4 horas. ¡Me repuse al ver que podía! ¡… y salí al paseo!
No estuvo mal pero le ladraban a los otros perros, a la gente que corría, a las bicicletas, a los carros, y yo pretendiendo lograr que sea obedientes cuando llevan 5 años de mala crianza… más frustrada aún.
Caí otra vez, agregando que con mi esposo había muchos problemas propios de la relación y que de alguna manera, los perros son una carga mayor a como estoy emocionalmente.
Luego de días de discusiones, de acusarnos uno a otro de la mala decisión y el egoísmo de venir a iniciar una nueva vida sabiendo que ya sería difícil para uno, mucho más con los perros. Le dije que no era esto lo que quería y lo supe luego de ver tu programa y caer en la cuenta de cuántos errores habíamos cometido HUMANIZANDO a los perros.
Yo era de las que decían: «Yo soy su mamá».
«Hay que dejarlos ser». Decía mi esposo.
Les compraba ropas, colchas, le tenía una habitación para ellos. Eran niños para mí y me olvidé que su naturaleza es de perro y no de humano.
Al darme cuenta de esto, me sentí más estrenada, ansiosa, con malos pensamientos de culpa, sin querer comer, con taquicardias al despertar y pensar en salir de paseo con ellos, con taquicardias en la tarde para salir otra vez. Me sentía culpable, víctima de mi esposo porque no me gustaban los perros y él fue quien me convención de su amor bonito y le creí. Creí que sería el mejor sustituto de los hijos humanos. Le hablé a mi esposo:
-«Sinceramente creo que tenemos que dar los perros porque no puedo con esta situación»
Él estuvo de acuerdo, pero sólo me dijo lo que yo quería escuchar. Días más tarde dijo:
-«Los perros no se dan»
Más discusiones, estoy presa en casa con ellos puesto que no pueden quedarse solos.
Me olvidé que su naturaleza es de perro y no de humano
condicionada a los perros
El paseo es a las 7h, mi esposo y yo juntos. Para evitar encontrarme con perros y personas yo sola con los 3, los vuelvo a sacar a las 20:30h por unos 15 minutos.
En dos meses más, nos mudaremos a una ciudad grande. Donde vivimos ahora es un lugar más pequeño y tranquilo donde no hay mucho ruido. La ciudad es lo contrario y me aterra el nuevo cambio.
Mi esposo dice otra vez que le buscará hogar y que ya ha regado la voz a ver si alguien los puede adoptar. En dos meses más, yo podré trabajar y estarán solos.
esto tiene que parar
Me siento como ser humano mala persona, malvada, egoísta, antipática, insensible y todo lo más malo que se pueda agregar.
Al no poder tener hijos de manera natural, me dejé influenciar por mi esposo. Siendo él el que tenía el mayor problema para tener hijos, me condujo y yo me dejé llevar a ser madre de perros. Yo era de las que decía:
«Si no puedes tener hijos, tienes perros. Es lo mismo.»
¡…Y claro que no lo es! Pero eso lo veo ahora.
Con todos estos inconvenientes cumplí 40 años este mes de abril del 2023 y al mirar atrás fue muy duro. Hay miles de cosas que no he hecho y quiero hacer y también es horrible que hasta ahora veo que ser madre de perros no es cosa que quiera, ni nunca podré serlo. Debería ser su líder y es horrible porque a este punto tampoco quiero eso, y me siento malvada y egoísta porque ellos no pidieron ser adoptados y tratados como niños sacándolos de su naturaleza por nuestro propio egoísmo.
No sé que pasará finalmente con ellos, si encontraremos quien los adopte, si podré vivir sintiéndome horriblemente egoísta, si tendremos que quedarnos con ellos y el gran trabajo de educarlos.
Mis sentimientos están muy encontrados, no los trato mal ¡eso nunca!, no es su culpa nuestras decisiones como humanos, por eso: BASTA YA de recoger perros de la calle para satisfacer nuestros egos, para llenar un vacío que un perro nunca llenará aunque lo parezca, porque somos buenos actores ante la sociedad, esa que nos impone cosas.
Porque no es solo tener al perro, también es que si debes comprar las ropas, los bebederos, las camas, los juguetes, las comidas, y ni hablar del gasto médico. Y sin dejar de lado los entrenadores de perros que está muy de moda porque te dicen: ¡Ah! tu perro es así porque no está enterado y bla bla bla… ¡Basta de hacerles daño!
Yo entré a varias páginas de refugio y encontré a muchas personas preguntando cómo podían hacer para dejar sus perros porque no los pueden tener por diversas razones: por mudanza a otro sitios, perros no educados y mil cosas más. O sea, que mi caso le está sucediendo a más gente que cayó en la trampa de creer que tener perros es igual a tener hijos.
Ojalá alguien que puede estar queriendo tener perros, al leer esto, sea más consciente de lo que quiere. Ahí está el problema, ahora sé que no adoptamos los perros por salvarlos a ellos, sino por tapar un hueco de nuestro ego.
Me siento la peor persona del mundo.
No hay que tenerme piedad, le he hecho muy mal
Gracias por leer mis líneas y espero que sirvan para que otros no sigan cometiendo este gran error.
Cuando se tiene hijos en algún momento, ellos se van de casa, pero los perros no se van hasta que mueren, entonces hay que estar muy seguro de querer este gran compromiso.
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10 Comments on Si No Puedo Tener Hijos Entonces Tendré Un Perro
Quisiera escribir tantas cosas. Me sentí muy identificada. Tengo dos hijos casi adultos que ya están muy poco con mi esposo y conmigo y se me ocurre comprar un cachorro de pastor alemán. Ahora tiene 10 meses, es gigante, vivimos en la ciudad y tratamos de sacarla todos los días a caminar. Antes de traerla vi casi todos los videos del canal, y aún así ha sido muy difícil. Un día de estos mi esposo vio un cachorrito y se lamentaba de lo poco que habíamos disfrutado a nuestra perrita por el estrés tan grande qué atravesamos.
Te envío un fuerte abrazo, mis mejores deseos para que todo se solucione de la mejor manera y puedas sanar tu corazón y no arrastrar sentimiento de culpa.
Muchas gracias por compartir con nosotros tu experiencia y mostrar empatía y comprensión hacia Ana. Es la situación de muchas personas hoy en día y agradecemos vuestra valentía. Confiamos en que puede ayudar a otras personas. Un abrazo. 🙂
Toda la historia me parece muy loca y reincidente; casi hasta enfermiza. Al escribir esta carta ya ha dado un paso muy importante. Aún así, les deseo la mejor de las suertes... porque la carta tiene mucho contenido y problemas no resueltos que, entre otras muchas cosas, suenan tambores de divorcio. Me entristece que se auto flagele tanto, como cuando dice que es malvada, etc.... El daño ya está hecho (para los perros y para ellos). No es bueno castigarse y es tiempo de ser responsables. Si no se considera una buena guía de sus perros ni tan siquiera quiere serlo está en su derecho de haberse dado cuenta. Pero, que enfoque su energía y pensamiento en buscarles un lugar y a las personas adecuadas. E incluso, que pague una parte de manutención de esos animales, por mínima que fuera (es algo que yo exigiría a quien quiso tener un perro sin ser consciente ni asumir la realidad de la responsabilidad y se arrepintió... es justo y sano). Pero, por favor, nada de auto flagelarse... no es el camino.
La carta es muy dura: 1- Porque hay muchos humanos satisfaciendo sus egoísmos a costa de seres vivos (ya sea por la locura de suplir un hijo con un perro y por otros muchos diversos temas). 2- Porque ha tenido una gran valentía de poner las cartas sobre la mesa y que se vean.
Les deseo lo mejor a ellos como humanos y a los perros. Y dar las gracias a esta mujer por compartir.
Muchas gracias a ti, Rosa por dejarnos un comentario con tu opinión sobre el testimonio de Ana y por enviarles a ella y su familia los mejores deseos. Tienes razón, autoflagelarse no es el camino. Un abrazo 🙂
Gracias Ana por compartir. Si encontraste a Ricardo mi primer recomendación sería hablar con el. En verdad sé que nos a ayudado a muchos a resolver situaciones con los perros. Deja de culparte, con ayuda de Ricardo considero puedes resolver tu situación y si aún con eso no puedes, busca un buen hogar para esos perros y ya no repitan los mismos errores. Ya diste un gran paso al reconocer lo mal que has hecho, ahora es tiempo de actuar y dejar de lastimar. Se puede si quieres. No tengo hijos y aunque creo amar a mis perros como a un hijo a Dios gracias tengo bien en mente que es un perro y su naturaleza es hermosa.
Gracias Ricardo por compartir esta gran lección de Ana.
Saludos Rouse. Muchas gracias por dejar tu mensaje para Ana. Estamos de acuerdo contigo, hay que ser muy valiente para reconocer los errores cometidos y querer compartirlo públicamente para ayudar a otras personas. Un abrazo 🙂
Hola Ana! Lamento la situación en la que te encuentras y admiro tu valentía al compartirla. Porque has sido valiente. Mi deseo para tí es que esos sentimientos que te mortifican los tranformes en la fuerza necesaria para hacer esas cosas que quieres y mereces hacer en la vida y esos perros tengan la vida que merecen. Y que lo que cuentas sirva a otros para evitar llegar a esa situación tan extrema. Saludos.
Muchas gracias por tu comentario, Hexe. Es un gran consejo para Ana. Una actitud positiva y proactiva para que sobreviva a la situación que está viviendo y salga más fuerte y con un gran aprendizaje. Te agradecemos tu participación. Un fuerte abrazo. 🙂
Es increíble a lo que puede llegar el ser humano para satisfacer su ego y necesidades a costa de seres que no tienen culpa de estar ahí para ser elegidos.
No me arrepiento de tener a Ivar ahora, lo quiero muchísimo y es parte de mi vida y me hago cargo de él como debe ser, respetando su naturaleza, aunque al principio haya sido muy difícil y aún a estas fechas se nos presentan inconvenientes, digo esto y a qué justo en estos momentos me encuentro en la misma disyuntiva, tengo que mudarme de lugar y es difícil, muy difícil encontrar un lugar en alquiler donde te acepten con perros medianos o grandes, incluso con perros pequeños, sigo buscando pero no me voy a desprender de mi perro, no podría vivir tranquila si debo dejarlo en algún lugar o con otras personas.
Lamento mucho por lo que estás pasando Ana pero sí es cierto, no tienes porqué autoflagelarte ni sentirte más culpable, ya haz hecho mucho, ya haz dado mucho de ti y sobretodo te haz interesado por mejorar la educación y relación con tus perros y con los vídeos del canal de Ricardo pues es muchísimo apoyo, a mí me ayudó muchísimo y lo sigue haciendo y yo debo seguir aprendiendo y mejorando las cosas.
Ánimo, ya te haz desahogado, ya te atreviste a compartir tu historia y sobretodo le están buscando la solución!
Te deseo mucha fuerza y perseverancia y que la relación con tu pareja mejore, para estar juntos o no pero que ambos sean felices y tengan paz!
Muchas gracias por dejarnos tu comentario Janeth. 😀